3 formas de adoptar una alimentación que ayude al medio ambiente

Uno de los principales objetivos de esta alimentación es disminuir la contaminación ambiental y su impacto en el planeta.

Escrito por Alejandra Gloria Piña
29/01/2021 09:50

Una “dieta planetaria”, o alimentación para reducir los impactos negativos en el medio ambiente, tiene como característica que los alimentos saludables que consumas hoy, serán suficientes para alimentar a las futuras generaciones, es decir, aquella que promueve la seguridad nutricional de la población.

Cuando dentro de tus compras eliges alimentos menos procesados, comienzas a tener una dieta sostenible, pues esto es uno de sus ejes principales. Por ello es recomendable buscar alimentos con la menor cantidad posible de aditivos y conservadores (mientras más pequeña sea la lista de ingredientes, y éstos sean reconocibles para ti, mejor), que sean de temporada, y de producción local.


¿Cómo adoptar una alimentación sostenible y saludable?

1.Disminuir el consumo

Existe una tendencia mundial a consumir en exceso o servir porciones muy grandes sin ser necesario, pese a que muchas personas siguen padeciendo hambre en todo el mundo. El exceso de consumo contribuye al aumento de los casos de sobrepeso y obesidad, que a su vez, generan una demanda innecesaria del aumento de la producción agrícola y ganadera y, por consiguiente, un mayor impacto ambiental.

Reducir la ingesta global de calorías, acorde a las necesidades individuales y poblacionales, puede ser beneficioso tanto para el medio ambiente como para la salud de las personas.


2. Reducir el desperdicio de alimentos

Se desperdician alimentos en todas las etapas de la cadena alimentaria, desde la producción, el transporte, el almacenamiento, la transformación y la venta o consumo final. No obstante, el mayor desperdicio de alimentos, se produce en los hogares.

Por ejemplo, en lugar de desechar partes de vegetales que pudieran parecer “no comestibles”, podemos usar los tallos de verduras, o aquellas que tengan algún golpe, para la preparación de sopas, o congelar lo que ya no comeremos con la finalidad de prolongar su vida y consumirlo posteriormente.


3. Menos alimentos de origen animal, más de origen vegetal

La producción de alimentos de origen animal, como carne, pollo, pescado, huevo y leche, requiere una mayor cantidad de recursos que la producción de alimentos de origen vegetal, y tiene un mayor impacto ambiental negativo.

Comienza por reducir tu consumo de productos animales, e integra más cereales, leguminosas, semillas, verduras y frutas a tus platillos. No sólo descubrirás sabores y texturas nuevas, sino que verás una mejora en tu salud, y disminuirás el impacto medioambiental de tus elecciones alimentarias. Te invito a checar el sitio Love Veg, en donde encontrarás recetas deliciosas a base de plantas.


Estas tres acciones pueden parecer sencillas, pero tienen un impacto positivo en la salud individual, y la del planeta.

Vía El Horizonte


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