No había dudas desde hacía meses de qué 2023 rompería varios récords climáticos.
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) confirmó que el año pasado estuvo 1.48 grados Celsius por encima de los tiempos preindustriales. Esto está apenas por debajo del límite de 1.5 grados Celsius que el mundo esperaba mantener dentro del Acuerdo Climático de París de 2015 para evitar los efectos más severos del calentamiento.
En su balance anual presentado este 9 de enero, Copernicus también comunicó que el año pasado se registró una temperatura media global de 14.98°C, lo que representa un incremento de 0.17°C respecto con 2016, que hasta ahora, había tenido el récord de las temperaturas más alta.
Según indican desde Copernicus, la temperatura alcanzada en 2023 "no implica haber excedido el límite establecido en el Acuerdo de París", donde la comunidad internacional acordó no superar el aumento de 1,5 grados Celsius -idealmente-, o dos grados, ya que esto requeriría superar el promedio durante un período de al menos 20 años. No obstante, esta situación establece un "funesto precedente", según explican en un comunicado que acompaña al informe.
“Ha sido un año excepcional en el que los récords climáticos han caído como fichas de dominó”, ha asegurado Samantha Burgess, subdirectora del Servicio de Cambio Climático de Copernicus.
Dentro de estas "fichas de dominó" se encuentran los récords mensuales que se han registrado de junio a diciembre: cada uno de estos seis últimos meses ha sido el más cálido de su respectivo mes en cualquier año anterior.
Pero no termina ahí, pues otro récord abatido fue que todos los días del año estuvieron al menos un grado por encima de las temperaturas preindustriales, algo nunca antes visto.
Además, el informe de Copernicus revela que la concentración de dióxido de carbono (CO2) y de metano en la atmósfera fueron las más altas jamás registradas, con una estimación anual récord de 419 y 1902 partes por millón (ppm).
El calor del año pasado provocó condiciones difíciles y, en ocasiones, mortales en América del Norte, Europa, China y numerosos lugares, cobrando incluso la vida de algunas personas. Además, los científicos argumentan que tras este aumento de la temperatura, surgieron desastres climáticos más intensos y frecuentes; tal es el caso de las sequías extremas e inundaciones en el Cuerno de África, las lluvias torrenciales que destruyeron presas y causaron miles de muertes en Libia, olas de calor sin precedentes en distintas partes del mundo, los tremendos incendios forestales en Canadá que contaminaron el aire desde América del Norte hasta Europa, lluvias devastadoras y huracanes siempre más fuertes en el continente americano y varios eventos más.
Por su parte, las temperaturas promedio de los océanos también alcanzaron niveles excepcionalmente altos y establecieron récords para el periodo de abril a diciembre. El informe advierte sobre un calentamiento "persistente e inusual" de los océanos.
Estas temperaturas representan una amenaza para la vida marina, intensifican la fuerza de las tormentas y contribuyen al calentamiento de la atmósfera.
Si no se logra revertir este proceso, "no hay motivo para esperar resultados diferentes” en los años futuros, advirtió Carlo Buontempo, Director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus. "En pocos años, 2023, que batió un récord, será probablemente recordado como un año fresco", concluyó el director del C3S.
“Enero de 2024 está en camino de ser tan cálido que, por primera vez, un período de 12 meses superará el umbral de 1.5 grados”, según dijo Samantha Burgess, Directora Adjunta de Copernicus.
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