Cada día son más las empresas que incorporan criterios de sostenibilidad en sus decisiones de negocio.
El objetivo de la sostenibilidad empresarial es lograr el equilibrio entre el aspecto social, económico y medioambiental dentro de una organización y, para ello, debe existir un balance entre el crecimiento en el uso de los recursos humanos, materiales, financieros y naturales que conforman la organización.
En la actualidad, la integración de la sostenibilidad en la estrategia de negocio se ha convertido en un factor fundamental para los líderes del negocio y, por tanto, alinear este concepto dentro de las organizaciones generará numerosos beneficios de cara a clientes, proveedores, inversores y frente a la sociedad en general y fortalecerá la imagen, la reputación y el cumplimiento de regulaciones y tratados dentro y fuera de las fronteras.
La sostenibilidad tiene tres dimensiones conocidas: medioambiental, social y económica. Pero, además, es una moneda de dos caras que incluye la transparencia y el propósito; una moneda que representa una divisa universal, la confianza, un valor en alza.
Además, los negocios en crecimiento representan actualmente uno de los cimientos para abonar en la construcción de la recuperación económica en México. En este sentido, 2022 se presenta como un momento clave para vislumbrar algunas de las principales tendencias que presentará el sector.
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Normativo. Las diferentes directivas que las naciones suscritas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pretenden aplicar en 2023 deberán desarrollar, implementar, medir y comunicar con rigor y celeridad la información no financiera y sobre diversidad, las acciones y memorias de sostenibilidad y las estrategias de diligencia.
Financiación y las finanzas sostenibles. Las entidades financieras están apostando por la sostenibilidad e introduciendo criterios ambientales, sociales y de buenas prácticas a la hora de decidir y valorar la concesión de créditos. Una tendencia que no cesa de crecer y que será clave para poder acceder al crédito en condiciones competitivas. Las empresas que más y mejor implanten y reporten en sostenibilidad tendrán mejor acceso al crédito.
Competencia por atraer y retener el talento. No se trata de millennials o de las diferentes generaciones, sino de que las personas, cuando pueden elegir, trabajen en empresas con propósito que además de tener en cuenta a los accionistas y sus beneficios, piensen en las partes interesadas, es decir, en los empleados, en su cadena de valor, en el medio ambiente, en la sociedad y en la economía en la que operan.
Acceso y precio de los seguros. Las empresas y proyectos que no se alineen con los ODS y reporten en materia de sostenibilidad tendrán más dificultad para acceder a los servicios de las aseguradoras.
Consumidores. Ellos eligen a diario según diferentes criterios que van evolucionando. La transparencia y la credibilidad son valores que cualquier consumidor tendrá en cuenta. Poder acreditar a través de una política sólida de sostenibilidad qué productos y servicios están alineados con prácticas sostenibles sin duda es, y será, un valor seguro. Especialmente en tiempos en los que el “greenwashing” prolifera.
Para materializar con éxito la integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la estrategia de la compañía, toma en cuenta estas 8 fases:
Se debe partir del mapeo de la dirección de la cadena de valor, examinando cada segmento, tomando en cuenta el contexto, incluyendo las partes interesadas tanto internas como externas y sus expectativas en materia de ODS. El Análisis de Situación permite llevar a cabo el mapeo de alto nivel de la cadena de valor para identificar las áreas de impacto y riesgos relevantes tanto para las organizaciones como para sus grupos de interés.
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A partir de dicha herramienta, se identificarán aquellos aspectos materiales que se consideren lo suficientemente relevantes para estar sujetos a gestión o compromiso activo por parte de la organización basándose en dos dimensiones: influencia en los grupos de interés y consecuencias económicas, ambientales y/o sociales (factores internos y externos).
Se definirán las palancas estratégicas o focos de actuación para gestionar y controlar los posibles impactos generados en las operaciones de la organización a lo largo de toda la cadena de valor.
Establecer los objetivos y metas específicas para promover las prioridades de la empresa.
Integrar la sostenibilidad en todas las funciones. Pudiendo establecer consejos, comités, juntas, o grupos de trabajo de sostenibilidad formados por personas de diferentes unidades con el fin de integrar de manera transversal a todas las líneas del negocio desde en primer lugar, su alta dirección.
Realizar seguimiento de los procesos para verificar la correcta consecución de las medidas declaradas.
Elaborar el Informe de sostenibilidad para reportar la información sobre el grado de consecución y desarrollo de los ODS más relevantes y, por último, llevar a cabo distintas actividades para comunicar y difundir dichos logros.
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Vía El Español / RRHH Digital