En celebración del Día del Nutriólogo (27 de enero), recalcamos su importancia en la promoción de una alimentación más sostenible.
Todas las personas tienen derecho a una alimentación y nutrición adecuadas, que garanticen su óptimo desarrollo, crecimiento, y estado de salud. La buena alimentación constituye la base para garantizar el bienestar y el potencial humano, pero a la vez, debe tener una perspectiva de conservación del medio ambiente y seguridad alimentaria.
El principal enfoque de las y los profesionales en nutrición, ha sido garantizar, mediante consultas personalizadas y su participación activa en programas de salud y desarrollo social, que la población reciba una orientación nutricional adecuada, diseñando planes de alimentación que cubran sus necesidades nutrimentales diarias, según sus características individuales, o como grupos, ya sea por edad, o por padecimientos; sin embargo, dentro de estas importantes acciones no siempre se considera la sostenibilidad alimentaria y el impacto al medio ambiente.
Al ser quienes poseen los conocimientos para diseñar recomendaciones nutricionales, y los que influyen en la elección de alimentos, es indispensable que conozcan el impacto a la seguridad alimentaria y al entorno que éstas decisiones traen consigo, y ser proactivos para formar parte de la solución.
Hay varios niveles dentro de la sostenibilidad que se pueden ver afectados por el proceso de alimentación, sobre todo hablando de la selección de alimentos. Dentro del ambiental, los objetivos de la sustentabilidad incluyen el mantener la calidad de los suelos, agua y preservar los hábitats; dentro del plano económico el objetivo es proporcionar ingresos adecuados a los productores, generar ingresos para la sociedad y preservar la calidad de vida; finalmente dentro del social, los objetivos contemplan proveer alimentos en cantidad y calidad, proveer empleos y contribuir a programas de desarrollo social.
Varios investigadores han documentado las maneras mediante las cuales las poblaciones con formas de vida tradicionales satisfacen sus necesidades nutricionales a través de relaciones humano-ambientales únicas. Por ejemplo, el arroz, las legumbres y los vegetales, proveen un balance de aminoácidos para los agricultores en la India. Los conocimientos y los recursos tradicionales, acoplados con los conocimientos sobre el rol de la nutrición en los problemas de salud contemporáneos, pueden guiar los esfuerzos ambientales en la identificación de soluciones sostenibles.
Mientras que los enfoques institucionales son esenciales para enfrentar los problemas de magnitud global, los esfuerzos nacionales, en particular aquellos que involucran a las comunidades locales, también son importantes. Así, podemos identificar varias acciones en las que las y los profesionales de la nutrición pueden contribuir, por ejemplo:
Las y los nutriólogos deben tener claro que su intervención es fundamental, no sólo para mejorar la salud y nutrición de sus pacientes, sino para lograr una concientización y promover elecciones alimentarias que sean no sólo saludables, sino también sostenibles, y que tengan un impacto positivo en el ambiente, el hambre y la malnutrición y el desarrollo sostenible.
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