Cambiar a una dieta basada principalmente en plantas podría evitar la pérdida de miles de especies de vida silvestre.
Según un nuevo informe, un cambio en masa a una dieta basada en plantas es esencial para proteger los hábitats de la vida silvestre y evitar la pérdida de numerosas especies que actualmente se enfrentan a la extinción.
La comida barata ha sido identificada como la raíz del problema: si bien los alimentos a precio reducido pueden parecer algo bueno, especialmente para los hogares de bajos ingresos, la presión del mercado para reducir continuamente los costos de producción de alimentos obliga a muchos agricultores y productores a adoptar métodos intensivos e insostenibles que dañan la tierra y abusan de recursos valiosos como la energía, la tierra y el agua.
El estudio, realizado por investigadores del grupo de expertos del Reino Unido Chatham House, con el apoyo del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (ONU), señala que la carrera por bajar los precios aumenta el desperdicio de alimentos y degrada los suelos y los ecosistemas, haciendo que la tierra disponible sea menos productiva.
A medida que se talan más bosques y tierras silvestres para cultivar y criar ganado, también desaparecen los hábitats de alimentación, reproducción y vida de numerosas especies. A menos que cambiemos lo que comemos y cómo se produce, la capacidad del planeta para apoyar a los humanos podría verse amenazada, reporta el informe.
Durante el último medio siglo, la conversión de tierras silvestres naturales para la producción de cultivos o pasturas para animales ha sido la principal causa de la pérdida de hábitat y biodiversidad, según el informe llamado Impactos del sistema alimentario en la pérdida de biodiversidad.
La ganadería, o agricultura animal, representa una amenaza para 24.000 de las 28.000 especies registradas como en riesgo de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Lo que suceda en el futuro a las poblaciones de vida silvestre en peligro de extinción, está en manos humanas, y el aumento de la variedad y accesibilidad de las alternativas vegetales a la carne y los productos lácteos ofrece esperanzas para el futuro.
La cría de cultivos de vegetales, semillas, cereales y frutas, en lugar de animales, utiliza la tierra y otros recursos escasos de manera más eficiente. Si bien la cría de ganado aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero, cambiar a alimentos de origen vegetal liberaría tierras de pastoreo que podrían usarse para otros fines.
Un cambio global a una dieta predominantemente vegetal mejoraría la salud alimentaria, ayudaría a reducir el desperdicio de alimentos y eliminaría la necesidad de seguir explotando nuevas tierras para el pastoreo. Cambiar la dieta de la población mundial a alimentos de origen vegetal, por ejemplo, liberaría el 75% de las tierras de cultivo del mundo para otros usos.
Junto con el cambio del comportamiento dietético, el informe recomienda proteger y reservar más tierras para la naturaleza, evitando convertirla para uso de la ganadería. Además de evitar la destrucción de los hábitats de la vida silvestre, los bosques y las tierras silvestres sirven como un depósito natural de carbono que absorbe la contaminación de la atmósfera, lo que ayuda a contrarrestar el impacto de la crisis climática.
Los métodos agrícolas actuales de alta intensidad que dependen de productos químicos deben ser reemplazados por prácticas amigables con la naturaleza, que respalden la biodiversidad y valoren la sostenibilidad por encima de los precios cada vez más bajos de su producción.
Es importante señalar que el informe aboga por una reducción drástica de la ingesta de carne en lugar de reemplazar la carne con alimentos de origen vegetal.
El informe también considera que, como dice el Banco Mundial, la ganadería respalda los medios de vida y la seguridad alimentaria de casi 1.300 millones de personas, por lo que dice que incentivar una agricultura más diversa podría conducir a medios de vida más resilientes de los agricultores y ganaderos.
A pesar de los argumentos convincentes para hacer una transición a dietas ricas en plantas, convencer a la población mundial de que abandone su consumo de carne no será una tarea fácil. Alrededor de 80 mil millones de animales mueren para el consumo humano cada año, según muestran las cifras de la ONU.
En general, el consumo de carne aumenta a medida que aumentan los ingresos, por lo que cuanto más rico es el país, más carne se consume, según cifras de la ONU y el Banco Mundial.
Pero para algunos países, el papel de la carne está comenzando a cambiar a medida que aumenta la conciencia de los beneficios para la salud de los alimentos de origen vegetal, y el impacto de la ganadería industrializada en el medio ambiente.
La demanda de alimentos de origen vegetal podría experimentar un crecimiento anual de casi el 12%, alcanzando un valor de mercado de más de 74,000 millones de dólares en 2027, según un pronóstico de Meticulous Research. Si bien la demanda de alimentos basados en plantas está aumentando en la mayoría de los mercados globales, se espera que el crecimiento en Asia-Pacífico supere a otros mercados regionales.
Las cambiantes aspiraciones de los consumidores y el creciente apetito de los inversores por respaldar las empresas de alimentos basados en plantas, se encuentran entre los impulsores del crecimiento del mercado global de alimentos vegetales, mostró la investigación.
Queda por ver hasta dónde, qué tan rápido y cuánto aumentará la demanda de alimentos de origen vegetal en los próximos años, considerando que el futuro de una miríada de especies depende de que suceda lo suficientemente rápido.