Salud y dietas sostenibles: por un mundo más justo y saludable

Para que la salud y nutrición sean accesibles para todos, es urgente reformar hacia sistemas alimentarios y de consumo sostenibles.

Escrito por Alejandra Gloria Piña
07/04/2021 09:00

El fomento de una buena nutrición y una buena salud, y de sistemas alimentarios sostenibles en un contexto de crecimiento de la población, transición nutricional y clima cambiante, constituye uno de los principales desafíos de nuestro tiempo.

En el Día Mundial de la Salud, el 7 de abril de 2021, el lema de “construir un mundo más justo y saludable” resalta mucho más dada la situación en la que se encuentra el mundo y los sistemas de salud con la pandemia de COVID-19; algunas personas pueden vivir vidas más saludables y tienen mejor acceso a los servicios de salud que otras, debido a las desigualdades en su posición, estatus y voz en la sociedad y las condiciones en las que nacen, crecen, viven, trabajan y su edad.


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Aunadas a esta situación, las dietas y los hábitos de consumo de las poblaciones han empeorado a nivel mundial, lo que ha conducido a un incremento de las enfermedades no transmisibles, especialmente la diabetes tipo II, las cardiopatías coronarias y determinados tipos de cáncer. Con las tendencias actuales del consumo de alimentos y los cambios ambientales, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad alimentaria están en curso de colisión.


Los costos para el medio ambiente y la salud de las dietas y sistemas alimentarios actuales reflejan la urgente necesidad de reformas hacia la sostenibilidad, que garanticen salud y bienestar para todos:


― El actual sistema mundial de alimentos ha dejado a 795 millones de personas hambrientas, a 2000 millones con carencias de micronutrientes, a más de 600 millones con obesidad y a 1 900 millones con exceso de peso.

― Muchos de los sistemas alimentarios que existen en el mundo superan los límites planetarios, o se aproximan a ellos, lo que pone en peligro la capacidad de la Tierra para producir alimentos en el futuro.

― La producción y el consumo de alimentos son responsables del 19%-29% de las emisiones de GEI de origen humano, de hasta el 70% del consumo de agua y de más del 60% de la pérdida de diversidad biológica terrestre, siendo los alimentos de origen animal uno de los principales factores que contribuyen a estos cambios del medio ambiente.

― Las dietas actuales, con un alto contenido en carne, sal y azúcar, suponen un gran riesgo para la salud, los sistemas sociales y los sistemas que sustentan la vida medioambiental.


Esto no solo es injusto: se puede prevenir. Es imprescindible que la equidad en la salud sea la pieza central de nuestra recuperación y avance hacia la sostenibilidad. Esto dará como resultado un mundo en donde todos tengan condiciones de vida y de trabajo propicias para la buena salud, donde los sistemas de información en salud estén configurados para identificar a las poblaciones en situación de vulnerabilidad, donde la sociedad civil y los individuos sean socios en la búsqueda de soluciones donde ocurren las desigualdades y donde todos tienen acceso a la salud, a una óptima nutrición y la atención médica sin sufrir discriminación. Al mismo tiempo, se deben monitorear las inequidades en salud y garantizar que todas las personas puedan acceder a servicios de salud de calidad cuando y donde los necesiten.


En materia de dietas sostenibles y su apoyo a la salud, la Declaración de Roma de la segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), realiza las siguientes recomendaciones:


• Reforzar la viabilidad de la producción y la elaboración de alimentos a escala local, especialmente por parte de los pequeños agricultores y los agricultores familiares, prestando especial atención al empoderamiento de la mujer y teniendo en cuenta a la vez que un comercio eficaz y eficiente es fundamental para la consecución de los objetivos nutricionales.

• Promover una diversificación de los cultivos que abarque cultivos tradicionales infrautilizados, una mayor producción de frutas y hortalizas, aplicando prácticas sostenibles tanto en la producción alimentaria como en la gestión de los recursos naturales.

• Mejorar las tecnologías de almacenamiento, conservación, transporte y distribución y las infraestructuras para reducir la inseguridad alimentaria estacional así como la pérdida y el desperdicio de alimentos y nutrientes.

• Crear y fortalecer instituciones, políticas, programas y servicios para aumentar la resiliencia del suministro de alimentos en las zonas expuestas a sufrir crisis, incluidas las afectadas por el cambio climático.


La pandemia por COVID-19 ha golpeado duramente a todos los países, pero su impacto ha sido más severo en aquellas comunidades que ya enfrentan una vulnerabilidad significativa, que están más expuestas a la enfermedad, tienen menos probabilidades de tener acceso a servicios de atención médica de calidad y más probabilidades de experimentar consecuencias adversas debido al resultado de las medidas implementadas para contener la pandemia. Es por eso que trabajar arduamente en la implementación urgente de sistemas alimentarios sostenibles, que permitan que todos, incluso las comunidades más vulnerables, tengan acceso a alimentos saludables, puedan mejorar su estado de nutrición, tengan acceso a los sistemas de salud, y puedan mejorar su calidad de vida.


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En Alianza Alimentaria, nuestra misión es impulsar acciones enfocadas a mitigar el cambio climático y mejorar el bienestar, mediante la implementación de dietas sostenibles. Para saber cómo puede ser parte del cambio, contáctenos, podemos ayudarle.


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