Llevar una alimentación basada en plantas representa múltiples beneficios para la salud, entre ellos, un mejor control de la glucemia.
El papel de la alimentación y la nutrición en la prevención y el tratamiento de algunas de las enfermedades crónicas que más afectan a los occidentales, es sumamente importante, y constituye una parte fundamental del tratamiento de estos padecimientos. Entre ellas destaca sin duda la diabetes mellitus tipo 2.
Las personas con diabetes mellitus tienen la glucosa de la sangre (“el azúcar”) elevada. Esto se conoce como hiperglucemia. La hiperglucemia crónica produce lesiones en los riñones, en la retina, en los nervios y en las arterias, dando lugar a arterioesclerosis y aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Aunque existe una predisposición familiar a sufrir diabetes tipo 2, la alimentación y el estilo de vida son factores de riesgo fundamentales para desarrollar esta enfermedad. Las personas con porcentajes de grasa corporal elevados, quienes hacen poco o nulo ejercicio físico, y las que llevan una dieta inadecuada, son mucho más propensas a desarrollar este padecimiento. Hasta hace un tiempo, la diabetes tipo 2 sólo se veía en mayores de 50 años. Debido al empeoramiento de la alimentación en occidente y al modo de vida sedentario, esta enfermedad se está padeciendo en personas cada vez más jóvenes, incluso en adolescentes.
Incluso, la OMS considera a la diabetes como “una de las mayores crisis de salud mundial que afronta el siglo XXI”, responsable directa de más de 3,5 millones de muertes al año.
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Varios estudios realizados en la última década han mostrado que las personas que llevan una alimentación 100% basada en plantas tienen un 30-50% menos de riesgo de enfermar de diabetes. Uno de los motivos es que, por lo general, tienen un menor índice de masa corporal, o menores depósitos de grasa corporal. Sin embargo, hay otras razones directamente relacionadas con el tipo de alimentos propios de la dieta basada en plantas. Tanto los cereales integrales, como las legumbres, las verduras, las frutas y los frutos secos han mostrado, de forma independiente, tener capacidad preventiva frente a la diabetes tipo 2, por su contenido de fibra, polifenoles, fitoquímicos y antioxidantes. Además, el consumo de carne y otros productos de origen animal se ha asociado con un aumento del riesgo de padecer esta enfermedad. Tanto las proteínas animales como las grasas saturadas (presentes mayoritariamente en alimentos de origen animal) aumentan la resistencia a la insulina y elevan el riesgo de diabetes.
La Universidad de Harvard, en un estudio de 20 años de duración que incluyó a más de 200.000 estadounidenses, encontró que aquellos que consumían más alimentos de origen vegetal y menos de origen animal disminuían su riesgo de diabetes en un 23%. Los investigadores dieron un paso más para ver qué grupos de alimentos específicos aumentaban o disminuían el riesgo de diabetes. Así, encontraron que seguir una dieta vegetal saludable, rica en alimentos frescos, vegetales crudos, y cereales integrales, disminuye el riesgo de diabetes en un 34%, comparado con seguir una dieta rica en productos animales.
El mensaje es claro: una dieta basada en plantas, equilibrada y bien planificada, que contenga porciones adecuadas de cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, verduras y frutas, y que sea baja o nula en alimentos de origen animal, alimentos refinados, azucarados y procesados, es una de las mejores armas de que disponemos para protegernos frente a la diabetes tipo 2.
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Según un estudio publicado el 10 de Junio de este año, y un meta análisis publicado en el 2014, una alimentación basada en plantas podría revertir los síntomas y efectos adversos de la diabetes mellitus tipo 2. Los hallazgos fueron los siguientes:
Es bien sabido que cambiar los hábitos de alimentación hacia unos más saludables, e integrar una mayor cantidad de vegetales a la dieta, es una estrategia favorable para controlar la diabetes mellitus tipo 2, sin embargo, los hallazgos anteriormente presentados sobre una alimentación a base de plantas y su impacto en el tratamiento de la diabetes tipo 2, exponen una alternativa altamente efectiva para, no sólo combatir esta enfermedad y sus secuelas o posibles complicaciones, sino también para disminuir considerablemente o incluso retirar el consumo de medicamentos en los pacientes.
El tratamiento integral de la diabetes es personalizado y siempre debe estar acompañado de la atención de profesionales de la salud y especialistas, por lo que no está de más discutir la estrategia de llevar una alimentación a base de plantas con su médico, para obtener resultados favorables.