El 7 de junio se estableció como el día Mundial de la Seguridad Alimentaria con el propósito de crear conciencia acerca de la relevancia de prevenir, detectar y manejar los riesgos relacionados con la seguridad alimentaria.
El mundo está experimentando un retroceso en sus esfuerzos por poner fin al hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas. A medida que nos acercamos al año 2030, el plazo establecido para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la brecha para lograr muchas de las metas del ODS 2 -hambre cero- se amplía cada año, mientras que el tiempo disponible se reduce.
De acuerdo con el informe de la Red de Información sobre Seguridad Alimentaria, más de 250 millones de personas en el mundo están sufriendo de hambre aguda. El número de personas que necesitan ayuda urgente en materia de alimentos, nutrición y medios de subsistencia aumentó por cuarto año consecutivo en 2022.
Aunque se están realizando algunos esfuerzos para avanzar hacia el cumplimiento del ODS 2, estos están resultando insuficientes en un contexto global.
La seguridad alimentaria y la justicia social están estrechamente relacionadas, ya que el acceso a alimentos seguros, nutritivos y suficientes es un derecho humano fundamental. La falta de seguridad alimentaria puede mantener y agravar las desigualdades sociales existentes, mientras que fomentar la seguridad alimentaria puede contribuir a lograr la justicia social.
Datos duros:
Abordar los desafíos de la seguridad alimentaria es fundamental para garantizar el bienestar de las personas, promover la equidad y la justicia social, erradicar el hambre y lograr un desarrollo sostenible a nivel global. A pesar de los esfuerzos para combatir la inseguridad alimentaria y la malnutrición, seguimos enfrentando desafíos significativos debido a múltiples factores:
Desigualdad en el acceso a alimentos: La seguridad alimentaria no solo implica tener suficiente comida, sino también acceso físico y económico a alimentos saludables y sostenibles. Las comunidades de bajos ingresos y marginadas a menudo enfrentan desafíos para tener acceso a este tipo de alimentación.
Alimentación y desarrollo sostenible: La seguridad alimentaria implica no solo garantizar la disponibilidad de alimentos en el presente, sino también proteger los recursos naturales y promover prácticas sostenibles para las generaciones futuras. El actual sistema alimentario simplemente es insostenilbe.
Te puede interesar: Lanzamos recetario clave para la supervivencia humana y seguridad alimentaria.
Vulnerabilidad y cambio climático: El cambio climático tiene un impacto significativo en la seguridad alimentaria, ya que afecta la producción agrícola, el acceso a recursos naturales y la disponibilidad de alimentos. Promover la seguridad alimentaria implica abordar los desafíos relacionados con el cambio climático.
Conflictos armados: La guerra en Ucrania ha tenido un impacto negativo en la seguridad alimentaria a nivel mundial debido a la importancia de Ucrania y Rusia en la producción y el comercio global de productos alimentarios esenciales, como trigo, maíz y aceite de girasol, así como en el suministro de combustible e insumos agrícolas. El conflicto armado continúa teniendo efectos indirectos en la seguridad alimentaria, especialmente en los países de bajos ingresos y cuya capacidad económica ya había sido afectada por la pandemia de COVID-19.
Te puede interesar: Cómo la guerra entre Rusia y Ucrania afecta el consumo de carne.
Crisis económica: La crisis económica se ha convertido en la principal causa de inseguridad alimentaria aguda y malnutrición en 27 países, superando incluso a los conflictos armados. Esto se debe a que la crisis económica global, caracterizada por el aumento de los precios de los alimentos y las graves fluctuaciones en los mercados, debilita la capacidad de los países para hacer frente a la crisis alimentaria. Los países que se encuentran en una situación económica frágil, enfrentan mayores dificultades para recuperarse y asegurar un acceso adecuado a los alimentos necesarios para su población.
Abordar la inseguridad alimentaria requiere considerar las desigualdades sociales y estructurales que impiden el acceso equitativo a alimentos saludables y sostenibles. Al mismo tiempo, promover la justicia social implica garantizar que todas las personas tengan acceso a alimentos seguros, sostenibles y nutritivos, y que se consideren las desigualdades en los sistemas alimentarios y agrícolas.
Es necesario fortalecer la colaboración entre gobiernos, organizaciones internacionales, instituciones académicas, sector privado y la sociedad civil para implementar soluciones efectivas y adoptar un enfoque integral que contemple no solo la producción y disponibilidad de alimentos, sino también las desigualdades existentes, promover sistemas alimentarios sostenibles, fortalecer la resiliencia frente al cambio climático y combatir las crisis económicas y los conflictos armados que afectan la seguridad alimentaria.
También puede interesarte: México: 59.1% de hogares con inseguridad alimentaria y Seguridad alimentaria: reto incumplido en el mundo.