Los suelos son esenciales para sostener la vida en la Tierra, pero actualmente enfrentan presiones que están alcanzando límites críticos.
La degradación del suelo se define como un cambio en la salud del suelo resultando en una disminución de la capacidad del ecosistema para producir bienes o prestar servicios para sus beneficiarios.
Casi todo lo que comemos, hasta un 95%, proviene del suelo. Pero, lamentablemente, prácticas agrícolas poco sostenibles, el uso excesivo de los recursos naturales y el crecimiento de la población están poniendo mucha presión sobre nuestros suelos. Alrededor de un tercio de la tierra ya muestra signos de degradación, y los expertos estiman que la erosión del suelo podría disminuir la producción de cultivos en un 10% para el año 2050.
De acuerdo con la FAO, después de los océanos, el suelo es la principal reserva de carbono y contribuye de forma decisiva a la adaptación a la crisis climática y la mitigación de sus efectos. En todo el mundo, su degradación ya ha liberado hasta 78 gigatoneladas de carbono a la atmósfera (1 gigatonelada equivale a la masa de 10 000 portaaviones estadounidenses completamente cargados).
"Si queremos alimentar a una población mundial cada vez más numerosa, proteger la biodiversidad y ayudar a gestionar la crisis climática del planeta, es esencial revertir la degradación de los suelos".
De acuerdo con la FAO, los países deben adquirir compromisos más firmes y los instrumentos disponibles, como las Directrices voluntarias para la gestión sostenible de los suelos, la Carta Mundial de los Suelos y el Código Internacional de conducta para el uso y manejo de fertilizantes, pueden brindar un impulso adicional.
Sin embargo, ¿qué acciones individuales podemos adoptar?
Dado que la mayor parte del deterioro del suelo está vinculado a la producción de alimentos, la influencia más significativa que podemos ejercer es enviar un mensaje claro a las industrias y gobiernos a través de nuestras elecciones de consumo. Al optar por los productos más sostenibles, contribuimos a presionar por mejores prácticas y políticas para garantizar una gestión adecuada del suelo.
En pocas palabras, la acción de mayor impacto que cada uno de nosotros puede emprender, es adoptar una alimentación sostenible.
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Pero, ¿Por qué una alimentación sostenible es tan relevante para la conservación de los suelos?
Todo está relacionado con los alimentos que tienen un mayor impacto al ambiente, como a ganadería industrial ha experimentado un auge significativo en las últimas décadas para satisfacer la creciente demanda de productos animales. Este aumento no viene sin consecuencias, y una de las más preocupantes es la degradación del suelo.
"El ganado es uno de los principales responsables de los graves problemas medioambientales de hoy en día. Se requiere una acción urgente para hacer frente a esta situación".
- Henning Steinfeld, jefe de la Subdirección de Información Ganadera de la FAO
De acuerdo con el informe “La larga sombra del ganado” de la FAO, algunas afectaciones de la ganadería en el suelo son:
En este Día Mundial del Suelo, reflexionamos sobre la importancia crítica de preservar la salud de nuestra tierra para garantizar un futuro sostenible. La degradación del suelo no solo afecta la capacidad de la tierra para producir alimentos, sino que también desencadena una cascada de impactos ambientales que afectan la biodiversidad y contribuyen a la crisis climática.
Te invitamos a adoptar una alimentación sostenible y a compartir esta información y unirte a la conversación sobre la importancia de reducir o eliminar los alimentos que tienen una huella ambiental significativa.
Juntos, podemos marcar la diferencia y cultivar un cambio positivo para nuestro planeta y su invaluable recurso: el suelo.
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