Grandes cadenas de distribución se encuentran en un proceso de certificación de la calidad de sus productos cárnicos sobre la base del bienestar animal.
En Europa existe una normativa específica sobre bienestar aplicado a los animales de producción, desde 1974, año en que se aprobó una directiva comunitaria sobre el aturdimiento del ganado antes de su sacrificio.
Se trató del punto de partida para las diferentes directivas que, desde entonces, han regulado distintos aspectos como el transporte o mantenimiento. De hecho, el “Tratado de Lisboa” define con claridad que, a la hora de legislar en materia de agricultura y ganadería, la Unión Europea y sus miembros "·deben tener en cuenta las exigencias en materia de bienestar de los animales como seres sensibles", como recuerda el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Desde 1974, el contexto social de la Unión Europea ha variado notablemente, con una creciente sensibilización de la población hacia el bienestar de los animales, el avance de la corriente vegetariana en alimentación o la importancia de la sostenibilidad en la confección de las políticas públicas y empresariales. Ante esta creciente presión de la sociedad, la Comisión Europea creó en 2017 la “Plataforma de la Unión Europea sobre Bienestar Animal”, para que respondiera a esta demanda ciudadana. Las cadenas de supermercados también han reaccionado para dar respuesta a las exigencias del público y, sin que exista una legislación que les obligue, iniciaron hace un par de años un proceso de certificación de una producción respetuosa con el bienestar animal para sus productos de origen ganadero como la carne, la leche o los huevos.
Este proceso llegó un año después del movimiento de las organizaciones interprofesionales del sector agroalimentario español, que en 2019 pusieron en marcha la creación de sus propios sellos de certificación en esta materia. De momento, son las interprofesionales relacionadas a las vacas y los cerdos las pioneras en poner en marcha sus propios procesos de certificación. Los cinco principios mencionados por éstas empresas a la hora de presentar su marca "Compromiso Bienestar Animal" resumen a la perfección el espíritu de estos sellos:
El sello 'Compromiso Bienestar Certificado', certificó en junio de 2020 su primer producto elaborado de cerdo. De esta manera, los cada vez más concienciados consumidores europeos tenían una garantía añadida de que su compra cumplía los más altos estándares, no solo en bienestar animal, sino en sanidad, bioseguridad, manejo y trazabilidad en todos los momentos de elaboración del producto, desde la granja a la industria transformadora.
Otros operadores ya habían iniciado con anterioridad su proceso para garantizar la máxima calidad de sus productos de origen animal. Por ejemplo, en 2018 una cadena alemana presumía de haber eliminado de sus líneas de producción los huevos de gallinas criadas en jaulas; en 2019, otra empresa también germana indicaba que estaba trabajando para que toda su gama de pollo contara con el sello de Bienestar Animal, una garantía que consiguió a comienzos de año para su pollo no elaborado. En verano de 2020, un supermercado español anunciaba que incorporaría a su surtido la carne fresca de cerdo, certificada por el sello 'Compromiso y Bienestar Certificado' de Interporc. Otro supermercado, en octubre de ese mismo año, garantizó que en 2021 vencía el plazo para que todos sus proveedores de carne, leche y huevos contaran con el correspondiente certificado de Bienestar Animal.
En 2021, el mercado español prosiguió con la presentación de su "Política de bienestar animal y uso responsable de antibióticos", un documento que recogía todos sus compromisos en esta materia, con un total de 13 requisitos definidos por la Organización Mundial de Sanidad Animal. Entre sus objetivos se encuentran que el 100% de los productos cárnicos de marca propia cumplan estos requisitos en 2025. Asimismo, se imponía que el 100% de los huevos que comercialicen provengan de granjas sin jaulas.
La última noticia en esta carrera hacia la garantía del bienestar animal la dio hace unos pocos días una cadena francesa, que comunicaba que desde el pasado 1 de enero incorporaba el certificado de Bienestar Animal a toda la carne fresca de marca propia y origen nacional que vende en sus establecimientos.
Cada vez son más los países que se interesan en garantizar el bienestar animal en toda su línea de producción, siendo esta información o etiquetado un activo importante para las empresas, y atractivo para los consumidores.
Te invitamos a leer nuestra nota “Bienestar animal y objetivos de desarrollo sostenible, ¿cuál es su relación?”, para conocer más sobre el tema.
Vía El Economista.es