Las proteínas vegetales son cruciales al hablar de sostenibilidad
Las proteínas de origen vegetal juegan un papel fundamental en la creación de un sistema alimentario más sostenible y responsable.
El pasado 10 de octubre, participamos en el Vegan Business Summit, el evento más importante de América Latina sobre la industria plant based y de proteínas alternativas.
Durante nuestra conferencia titulada "Alimentación sostenible: Un enfoque innovador para ayudar a los animales, las personas y el planeta", subrayamos cómo la transición hacia un modelo alimentario más responsable y ético es una de las estrategias más poderosas para generar un impacto positivo. Ignorar el papel crucial de la alimentación en nuestras vidas sería un grave error, pues al ser un pilar fundamental de nuestra existencia, estaríamos desaprovechando una oportunidad invaluable para combatir la crisis climática, mejorar la salud pública y frenar el sufrimiento animal.
En el evento, tuvimos la oportunidad de conectar con empresas y personas que comparten nuestra visión y están comprometidas con construir un futuro mejor. La alimentación sostenible ha demostrado ser una solución que aborda múltiples problemas, desde la degradación ambiental hasta la injusticia social, y ofrece un camino claro hacia un cambio sistémico.
“El compromiso es claro: trabajar juntos por un sistema alimentario que tenga en su núcleo el respeto por los animales, el cuidado de la naturaleza, y la justicia social. Un sistema equitativo, sostenible, resiliente y capaz de ofrecernos un futuro mejor”.
-Sofía Ruiz, especialista de políticas alimentarias sostenibles
¿Por qué debemos apostar por la alimentación basada en plantas?
Las proteínas vegetales tienen una ventaja significativa sobre las de origen animal cuando se trata de sostenibilidad, salud y bienestar. En términos ambientales, la producción de proteínas vegetales requiere menos recursos naturales como agua y tierra, y genera una menor huella de carbono. Además, reduce la deforestación y el uso de agroquímicos. Desde una perspectiva ética, el consumo de proteínas vegetales contribuye a disminuir el sufrimiento animal, impulsar la seguridad alimentaria y a frenar la explotación de los recursos naturales.
En cuanto a la salud, la alimentación basada en plantas está asociada con un menor riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. Optar por proteínas vegetales no solo cuida el planeta, sino que también mejora la calidad de vida de las personas.
Promover las proteínas vegetales y apoyar los emprendimientos y productos basados en plantas facilita a los consumidores el acceso a opciones más saludables, éticas y asequibles. Este cambio no solo transforma la manera en que nos alimentamos, sino que también es una de las formas más efectivas de reducir nuestra huella ecológica y generar bienestar. Apostar por las proteínas vegetales es apostar por un futuro donde las personas, los animales y el planeta prosperen en armonía.
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