Alimentación sostenible: Un antídoto contra las zoonosis

El 6 de julio fue nombrado como el Día Mundial de las Zoonosis, una fecha relevante que nos recuerda la importancia de prevenir la propagación de enfermedades transmitidas de animales a seres humanos.

Escrito por Angélica Vega
06/07/2023 13:30

Hoy es un día para abordar un importante tema internacionalmente: La zoonosis es una enfermedad infecciosa que puede transmitirse de animales a humanos. Estas enfermedades son causadas por diversos agentes infecciosos, como bacterias, virus, parásitos u hongos, que pueden ser transmitidos directa o indirectamente de los animales a las personas.

Existen numerosas enfermedades zoonóticas conocidas, como la gripe aviar (causada por el virus de la influenza aviar), la rabia (transmitida por la saliva de animales infectados), la salmonelosis (causada por la bacteria Salmonella). Incluso el coronavirus (COVID-19) se originó en animales antes de propagarse a los seres humanos.

  • Hay más de 200 tipos conocidos de zoonosis.
  • 60 % de los agentes patógenos que causan enfermedades humanas tienen su origen en los animales.
  • 75 % de las enfermedades humanas infecciosas emergentes tienen un origen animal.
  • 80 % de los agentes patógenos objeto de preocupación en términos de bioterrorismo se originan en los animales.

La relación entre nuestra comida y las zoonosis

La agricultura y la ganadería desempeñan un papel significativo en la propagación de enfermedades, especialmente las zoonosis.

Concentración de animales: En la producción intensiva, la concentración de animales en espacios reducidos en granjas industriales favorece la transmisión de enfermedades. El estrés, las malas condiciones de higiene y la falta de bioseguridad aumentan el riesgo de brotes de enfermedades infecciosas.

Uso de antibióticos y hormonas: En la ganadería intensiva, es frecuente el uso de antibióticos para promover el crecimiento y prevenir enfermedades en los animales. Esto ha llevado al desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos, lo que limita la eficacia de los tratamientos en humanos. Además, el uso de hormonas en la cría de animales ha generado preocupaciones sobre posibles efectos en la salud humana, como el aumento de la resistencia a los antimicrobianos y los posibles riesgos hormonales asociados con el consumo de productos de origen animal tratados con hormonas.

Cambio en el uso del suelo y deforestación: La deforestación y la conversión de tierras forestales en áreas agrícolas o de pastoreo conllevan la destrucción de hábitats naturales y la fragmentación de ecosistemas. Esto puede aumentar el contacto entre animales silvestres, animales de granja y humanos, creando oportunidades para la transmisión de enfermedades zoonóticas. Por ejemplo, la deforestación en regiones tropicales se ha asociado con la propagación de enfermedades como el virus del Ébola y la fiebre del dengue.

Enfermedades zoonóticas en 2023

En marzo pasado, se declaró un brote de enfermedad por el virus de Marburgo, de contagio confirmado entre mamíferos y humanos, en la República Unida de Tanzanía. Según la información disponible, se considera que el riesgo asociado a este brote es alto a nivel subregional, moderado a nivel regional y bajo a nivel mundial.

Por otro lado, en el primer cuarto del 2023, ocho países de América Latina y el Caribe, entre ellos México, atraviesan una situación inédita debido al aumento de contagios de influenza aviar H5N1. En todo el mundo, ya se reportaron afectaciones en una niña en Ecuador, en una mujer en China y en dos personas en Camboya. En aquel mes, la influenza aviar H5N1 había afectado en Estados Unidos a casi 60 millones de aves que fueron sacrificadas debido al alza en contagios, mientras que en México se sacrificó a cerca de 6 millones. Las enfermedades en seres humanos a causa de infecciones por virus de la influenza aviar han variado en gravedad, desde casos asintomáticos o casos leves (p. ej., infección en los ojos, síntomas en las vías respiratorias) hasta enfermedades graves (p. ej., neumonía) que resultaron en muerte. Además de la influenza aviar, actualmente en los sitios de producción industrial, hay otras enfermedades de aves que son transmitidas a los humanos.

Estos son solo dos ejemplos actuales; y si bien no todas las zoonosis terminan en pandemias mundiales como la de COVID-19, es crucial comprender y abordar su potencial de propagación y sus impactos en la salud pública y el bienestar global.

¿Cómo la alimentación sostenible funciona como un antídoto contra las zoonosis?

Una alimentación sostenible promueve una reducción en el consumo de productos de origen animal, como carne, huevos y lácteos por el alto impacto ambiental que conllevan. Esto puede disminuir la demanda de cría intensiva de animales, donde se concentra el riesgo de enfermedades zoonóticas. Al reducir el contacto humano-animal en la producción de alimentos, se reduce la probabilidad de transmisión de enfermedades. Además se disminuirían los riesgos por el cambio en el uso del suelo y deforestación, así como el uso de hormonas y antibióticos, como se mencionó con anterioridad.

Además, este tipo de alimentación fomenta una mayor variedad de alimentos, incluyendo en gran medida la ingesta de frutas, verduras, legumbres, granos enteros y alimentos de origen vegetal. Al diversificar la alimentación, se reducen los riesgos asociados con enfermedades específicas transmitidas por animales y se promueve una mejor salud general.

La alimentación sostenible promueve también la producción y el consumo de alimentos a nivel local y de temporada, lo que reduce la necesidad de importar alimentos de lugares distantes. Al favorecer los sistemas alimentarios locales, se reducen los riesgos asociados con la propagación de enfermedades a través del comercio internacional de animales y productos de origen animal.

En conclusión, al adoptar una alimentación sostenible, se contribuye a la reducción de los factores de riesgo asociados con las zoonosis, fortaleciendo así la prevención y el control de estas enfermedades. Además, una alimentación sostenible tiene beneficios adicionales muy relevantes, como la protección del medio ambiente, la promoción de la biodiversidad y la mejora de la salud de las personas.

Te podría interesar: Granjas industriales: la producción de pollos generará la próxima pandemia


<< Anterior Siguiente >>