La iniciativa busca reformar el artículo 73 constitucional para facultar al Congreso de la Unión para expedir la legislación correspondiente a la promoción, respeto y garantía de una alimentación sostenible, nutritiva, suficiente y de calidad.
La actual pandemia y la crisis ambiental han puesto a flote la urgencia de tener un sistema alimentario que sea sostenible, social, cultural y económicamente adecuado.
A sabiendas de esto, hemos trabajado en conjunto con la organización internacional de protección animal Igualdad Animal México, para que a través de la senadora Nancy de la Sierra Arámburo, integrante del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, se presentara una iniciativa de ley ante la cámara de senadores para reformar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de tal forma que se faculte a la Federación, Estados, Ciudad de México y sus Demarcaciones y los Municipios para poder legislar en materia de alimentación con una visión integral de sostenibilidad donde se considere el bienestar de las personas, el medio ambiente y los animales por igual.
Esta propuesta, abrirá la puerta para permitir al poder legislativo y ejecutivo tener responsabilidades, facultades y obligaciones en los tres órdenes de gobierno que garanticen a toda la población el acceso no solo a alimentos de alta calidad nutricional, sino también a un medio ambiente sano.
-Karina González Bret, Especialista de Sostenibilidad de Alianza Alimentaria y Acción Climática A.C
Una alimentación sostenible ayuda, entre otras cosas, a reducir el índice de pobreza, mejorar la salud de las y los mexicanos, reducir la emisión de gases de efecto invernadero, minimizar el uso y contaminación de agua potable y proteger la biodiversidad.
Nuestro sistema alimentario actual es insostenible, la industria alimentaria genera más de una tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, usa más de un tercio del agua potable y utiliza dos terceras partes de las tierras disponibles del mundo, y ante la necesidad de alimentar a una población creciente, es urgente cambiar el sistema alimentario, desde la producción hasta la venta y distribución de alimentos y para ello se requiere un cambio a nivel legislativo y ejecutivo para que las leyes, programas, proyectos y políticas públicas tengan un contexto y visión sostenible.
-Nancy de la Sierra Arámburo, Senadora.
La alta demanda de productos de origen animal no permite una producción sostenible, pues bajo métodos que regeneran la tierra y promueven la biodiversidad, no será posible cubrir su creciente demanda, por lo que es necesario un cambio en el paradigma de los hábitos alimentarios, para reducir el consumo de estos alimentos y adoptar una alimentación mayormente conformada por legumbres, semillas y vegetales que nos conduzca a la sostenibilidad. Un camino que ya están tomando naciones de todo el mundo y del que México no puede quedarse atrás. Esta iniciativa coloca a México en este camino.
Dulce Ramírez, Directora de Igualdad Animal México
“Legislar en materia de alimentación es un pendiente importante para la sostenibilidad en México, ya que las dietas sostenibles no sólo benefician a quienes las consumen, sino a los ecosistemas, a la economía y al medio ambiente”, estipula la iniciativa. La FAO ha definido a este tipo de alimentación en los siguientes términos:
México es uno de los países que enfrentará grandes desafíos para alimentar a su población debido a la transición socioeconómica (crecimiento poblacional, urbanización, desarrollo económico, desigualdad social, etc.) y a la gran heterogeneidad en la producción agrícola del país (tipos de manejo agrícola, diversidad agroclimática, usos de suelo, entre otros).
En temas de salud, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 refleja que solo un 44.5% de los mexicanos aseguró tener seguridad alimentaria el 22.6% presenta inseguridad alimentaria moderada y severa, el 32.9% restante inseguridad leve. Además, 1 de cada 20 niñas y niños menores de 5 años y 1 de cada 3 entre los 6 y 19 años padece sobrepeso u obesidad; colocando a México entre los primeros lugares en obesidad infantil a nivel mundial. Cabe mencionar que 1 de cada 8 niñas y niños menores de 5 años padece desnutrición crónica, lo cual es un problema más recurrente en el sur de México y en las comunidades rurales.
Así mismo, las malas prácticas de recolección y el desperdicio de alimentos han contribuido a la escasez de alimentos; mientras las guerras también han afectado negativamente a la disponibilidad de alimentos y han provocado la destrucción del medio ambiente, lo cual resulta fundamental para cultivar alimentos.
Entonces, el problema de acceso a alimentación sostenible, nutritiva y de calidad no se reduce a un tema únicamente de salud, sino que también guarda una relación con la economía y el medio ambiente, impactando directamente a las 3 dimensiones del desarrollo sostenible.
Por esa y otras razones, entre las diferentes problemáticas de salud pública relacionadas con la salud ambiental, el Gobierno de México atiende un tema que en los últimos años se ha vuelto crucial: el metabolismo alimentario que abarca una cadena de actividades ambientales, sociales y económicas: la producción, circulación, transformación, transporte y consumo de los alimentos.
La iniciativa, impulsada por las organizaciones Alianza Alimentaria y Acción Climática e Igualdad Animal México, busca reformar el artículo 73 constitucional para facultar al Congreso de la Unión para expedir la legislación correspondiente a la alimentación sostenible, considerando que México debe contar con el marco jurídico nacional adecuado para avanzar en una política de alimentación sostenible que contemple las dimensiones nutricional, ambiental, económica y sociocultural.
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